
Fisiopatología nutricional del paciente hospitalizado críticamente enfermo con COVID-19
La COVID-19, está causada por el virus SARS – coV -2, que provoca el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) en su forma más grave. La situación mundial está en alerta y con preocupación por la alta incidencia hospitalaria que desencadena este virus en la población general, teniendo una mayor predisposición en pacientes con enfermedades crónicas coexistentes tales como obesidad, hipertensión y diabetes mellitus tipo dos lo que provoca mayor tasa de mortalidad y gravedad.
Cabe considerar que la mayor severidad se aprecia en la población mayor de 65 años probablemente por la disminución de la masa muscular como proceso fisiológico del adulto mayor conocido como sarcopenia, además de un incremento de la masa grasa asociada por la edad, así como mayor vulnerabilidad de presentar alteraciones en la funcionalidad respiratoria.
Debe señalarse el efecto generado por el virus, situación crítica denominada respuesta inflamatoria exacerbada, que puede desencadenar una serie de alteraciones metabólicas y catabólicas que afectan directamente el estado nutricional, generando pérdida masa muscular esquelética y desnutrición. Lo que provoca mayores complicaciones en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y metabólicas relacionadas al cuadro de infección se presenta una mayor predisposición de disfunción celular, disbiosis intestinal, lesión tisular y fallo multiorgánico (FM).
La respuesta fisiopatológica que genera el covid 19, se caracteriza por las implicaciones nutricionales siguientes:
Signos y síntomas | Estado Nutricional |
● Disnea (necesidad de ventilación mecánica en críticos). ● Disminución del apetito. ● Problemas neuropsicológicos. ● Disminución de la movilidad. ● Fatiga y disfagia. ● Alteraciones gastrointestinales (vómitos, náuseas, diarrea, estreñimiento). ● Incremento del estrés catabólico y desgaste muscular. ● Alteración de la utilización de glucosa, proteínas y diarrea. | ● Disminución de la ingesta de alimentos, (necesidad de soporte nutricional). ● Pérdida de peso involuntaria. ● Pérdida de masa muscular esquelética. ● Hiperglucemia. ● Alteración de los niveles de electrólitos séricos y estado hídrico. ● Debilidad asociada a la UCI. |
Es importante subrayar que durante la fase crítica se puede llegar a perder hasta 1 kg de masa muscular al día, en los primeros 10 días de estancia en la UCI, como consecuencia de una proteólisis activa en donde los aminoácidos se movilizan desde el músculo para la síntesis de proteínas de fase aguda, anticuerpos para combatir la infección y mediadores fisiológicos para contrarrestar el estado de estrés metabólico.
Fases de la enfermedad:
- Fase aguda:
- Periodo temprano: inestabilidad hemodinámica y metabólica (estado catabólico), 1-2 días.
- Periodo tardío: metabolismo estable, catabolismo sostenido (desgaste muscular significativo), 3-7 días.
- Fase tardía o crónica: proceso anabólico y de recuperación (anabolismo), duración variable.
- Síndrome de inflamación y catabolismo prolongado (PICS): proceso crónico de la enfermedad crítica con disfunción orgánica persistente >14 días.
Por las situaciones ya descritas, es de suma importancia la participación activa del profesional nutricionista en la unidad de UPC, el cual cooperaria en la evaluación nutricional durante las primeras 24 a 48 horas de ingreso. Además de participar en la fase diagnostica, también es imperioso en la prescripción dietética y/o soporte nutricional según corresponda el caso. Asimismo, su rol participativo en el monitoreo periódico de los avances nutricionales serán claves en la recuperación y normalización del estado nutricional y funcional del paciente.
Referencia: Luis E. González-Salazar & cols . (2020). Manejo nutricional del paciente hospitalizado críticamente enfermo con COVID-19. Una revisión narrativa. 14-07-2020, de Nutrición Hospitalaria Sitio web: https://www.nutricionhospitalaria.org/articles/03180/show#
Nutricionista: Javier Arriagada Gacitúa.








